A mediados del mes de abril del corriente año pedí por teléfono un cambio de domicilio del servicio de Internet de la empresa Fibertel, el mismo era el denominado Fiber 640. Además aprovechando también pedí el alta al servicio de video cable. La fecha programada previamente para la instalación fue para los primeros días del mes de Mayo, para eso, como no podían venir un sábado, tuve que faltar a mi trabajo, ese día no vinieron y ni siquiera avisaron de que no vendrían. Luego de una semana de intentar comunicarme con la empresa a diario y durante varias veces por día logue que alguien me atienda y me trae la novedad de que al día siguiente vendrían a instalarme el servicio. Así si, sin avisar… Otro faltazo al trabajo.
Después de casi cinco horas de tratar de instalarme Internet, me querían conectar otro servicio medido a lo cual me negué rotundamente se fueron dejándome instalado solamente Internet (ya era famoso dentro del gremio de los técnicos ponecables). El cable según ello no lo conectaban porque no tenían la “orden”.
Se fueron pero por lo menos ya no estaba desconectado como los previos quince días hasta que se dignaron a venir. Me quede con Internet, pero cuando pensaba que mis pesadillas habían terminado no hacían más que comenzar.
A finales del mes de Mayo me llega a mi domicilio anterior una factura con el servicio de Internet y además con el agregado del cable y una boca adicional, claro, cosa que no tenía ya que, como dije arriba no me lo habían instalado.
Después de intentar llamar varias veces de perder mucho tiempo hasta que alguien me atienda decidí ir a una de las oficinas de Cablevisión en el barrio de Flores. Ahí una chica me dice que para refinanciar la factura y dejar todo normal tenía que llevar el modem que los técnicos habían dejado en mi casa. Accedí a llevarlo en cuanto tuviera tiempo, no estaba realmente apurado ya que Internet por lo menos tenía.
Ahí comenzaron los llamados telefónicos de la parte de cobranzas que me apuraban a pagar lo que debía, que naturalmente no era lo que se “debía”
Decidí llamar nuevamente y después de volver a perder mucho tiempo alguien me atiende y me comunica que mi problema era que “tenía Cable”
Ante mi negativa, hasta prendí el televisor y no se veía nada… se fija mejor en su pantalla y ve que tenia el alta en el domicilio, osea que los inquilinos anteriores no habían pedido la baja. Ante mi –y a mi que me importa y – Porque no me lo avisaron antes cuando pedí el cambio de domicilio?, me dice que tengo que presentarme en las oficinas muñido de un contrato de locación donde conste que me había mudado esos días, como para demostrarles que vivía ahí, quizás los técnicos que vinieron me confundieron con un fantasma, puede ser…
Todos los santos días me llamaban hasta que por cansancio decidí volver a las oficinas. Lleve el contrato y el modem que me habían dejado los técnicos, después de anotar todo la chica me despide diciendo que me quede tranquilo.
Al otro día volvieron las llamadas para que pague… mi paciencia se estaba agotando y sin previo aviso me apersone en las oficinas para hacer mi reclamo y ver lo que estaba pasando. El muchacho que me atiende me dice que el problema era que había dos cuentas, le dije que no era mi problema, que era de ellos y me pide el contrato. Lo mire con cara de pocos amigos y le dije –me estás cargando?. Aparentemente la chica no anoto nada e hizo que anotaba, no se realmente, pero el contrato no lo tenían, mis nervios iban en aumento y ya estaba dispuesto a romper algo, más cuando me dice que me tenían que cortar la conexión porque mi modem no estaba habilitado. Discusión va discusión viene quedamos en que por vía fax le mandaría el contrato pero que deje las cosas como estaban, para eso me hizo las cuentas de lo que debía en un papelito impreso (no era una factura) y me fui. Pague el día 2 de julio en un pago fácil y el día 3 me cortan el servicio y ahí comenzaba otra parte de mi martirio.
Llamadas, llamadas y más llamadas nadie atiende, sigo llamando y me atienden de una oficina que se llama “gestiones especiales” que no gestionan nada. Me dice que apague el modem y en 15 minutos me daban el servicio. Yo muy iluso le hice caso. Fue una, de más mentiras, en las siguientes llamadas (hacia tres o cuatro por día) me daban tiempos de conexión disímiles, que media hora, que dos horas, que un día, que dos días, etc.
Del servicio técnico decían que eran los de Administración, los de administración decían que eran los de servicio técnico, en la oficina de gestiones especiales le echaban la culpa a los dos anteriores, claro nadie se hacia cargo de que me habían desconectado el modem y había que darle el alta. Total…
Yo solo quería que me dieran el servicio por el cual estaba pagando, nada más ni nada menos, creo que no es muy difícil de lograr, creo…
Pasaron seis días sin servicio y de repente alguien antes de irse del trabajo conecto lo que tenían que conectar hace casi una semana y que no le llevaría mas de 5 minutos, previo el ver el estado de mi cuenta.
La atención fue mala, mentiras a cada instante, nadie se hace cargo del problema, nadie tenia los huevos para decir nos equivocamos, le pedimos perdón por el inconveniente. Eso hubiera bastado, unas simples disculpas, por eso inicie los trámites para hacer la denuncia ante los organismos dedicados a la defensa al consumidor y
Lo fácil hubiera sido darme de baja, como me sugirieron en las mismas oficinas (¡), pero quiero hacer valer mis derechos como abonado, como ciudadano y como internauta. Además de que no les debía nada.
Independientemente de que si tengo o no Internet. La mano en el culo me la metieron y todavía siento los dedos.
Fibertel apesta.
Saludos cordiales y gracias por su amable atención.
Orión
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